Italy, Turín
ITALIA, PROYECTO RESIDENCIAL EN TURÍN
Turín se parece a una dama aristocrática que ha hecho de la discreción su firma expresiva. Pero detrás de las puertas cerradas de las calles del centro, a menudo se esconden palacios de encanto atemporal como en el caso del Palazzo Conti Calloni del siglo XIX, diseñado por el arquitecto Alessandro Antonelli, autor de la mucho más conocida y no lejana Mole. En el interior, un brillante proyecto de remodelación del arquitecto Fabio Fantolino vio la transformación de una antigua imprenta en una casa privada para una familia de cuatro personas.
Una subdivisión de los espacios con visión de futuro garantiza toda la intimidad de la vida familiar con la necesidad de espacios más grandes diseñados en cambio para momentos de convivencia con amigos. El salón y los dormitorios con vistas al jardín privado se presentan en una sucesión fluida de ambientes que dan la impresión de un solo volumen y un efecto visual muy limpio. Combinaciones de materiales inusuales - hormigón y laminado, mármol y finas esencias -, junto con la atención obsesiva a cada detalle de la construcción, dan al proyecto un carácter fuerte.
Los sillones Happy Hour, con su sofisticada estructura metálica revestida de cuero y cojines de suave cuero color tabaco, crean un rincón de lectura perfecto. Al lado, una indispensable mesita auxiliar modelo Brig de líneas curvas y tablero de mármol Calacatta Oro.
En el gran salón frente a la librería, diseñada a medida por el arquitecto Fantolino, se han puesto asientos en tonos cálidos. Un terciopelo de color óxido recubre el sofá lineal Evergreen, que se adapta especialmente al entorno gracias a la estética de sus líneas distintivas y elegantes. El resto de los elementos se visten en distintas tonalidades de marrón declinadas en diversos materiales: el cordón de piel de los sillones Peter, la cálida madera Canaletto combinada con el mármol Emperador de la mesa Giano en el centro de la habitación o las mesitas auxiliares Jiff y Oliver.
Otro elemento que refuerza la personalidad del proyecto es el uso sofisticado del color, que el diseñador dosifica con gran destreza y que ve una paleta de colores que va desde los tonos del verde petróleo al marrón tostado y al crema.
Incluso los muebles fijos como la boiserie, la librería o la cocina están diseñados por el arquitecto Fantolino, quien dice estar fascinado por las formas suaves y sugerencias de los años setenta. La silueta del sillón Peter es esencial y refinada, al igual que la trama de cuerda de cuero hecha a mano del asiento y el respaldo.
La mesa Gipsy, con su estructura en nogal canaletto y su tablero lacado brillante verde pino, llena el largo salón utilizado como comedor. La misma se puede utilizar como mesa de trabajo gracias a la luz natural que inunda la habitación durante la mayor parte del día y las cómodas sillas Leda que garantizan comodidad por largas horas.
El patio frente a la zona de dormitorio ve la presencia de las butaquitas Echoes Outdoor en un refinado tejido de cuerda color paja para una pausa al aire libre.
Sobre el césped se han colocado dos chaises longues modelo Eddy, diseñadas como tumbonas o simplemente para charlar al aire libre.
